jueves, 4 de agosto de 2022

Caballera del vacío

                                                               -Caballera del vacío-


Santa madre llena de pureza. Tú que fuiste sin pecado concebida, tú que nos haces ver. Tu luz explora las sombras de las estrellas y guía nuestro acero. Bendita seas santa madre del vacío. Líbranos del pecado de los primordiales. Amén.


Despierta y atiende al cónclave que mueve tus pies, despierta lanza de la humanidad. 


Despierta Idoya, hermana de nuestra señora del vacío.  


Despierto entre jadeos y sudores, envuelta en paja que se me ha pegado a la piel ¿Dónde y cuándo estoy? Ya me acuerdo, estaba en la villa de Vitoria, en un establo, acababa de matar a una sombra ecogénica de la cuarta dimensión y necesitaba descansar. Es 1493, marzo. Sí, ahora me acuerdo, y me han vuelto a llamar del cónclave de nuestra señora del vacío, en Toledo. No hace falta que me digan que ha pasado, siento el mar de conciencias humanas y parece que el mundo se ha vuelto más grande y para lo que me dedico es algo malo, pero necesito órdenes.Me quito la paja pegada a mi piel, huele al primordial. Que asco. Me pongo la armadura negra de mi orden, la que me ha salvado en tantas ocasiones de la muerte. Cojo mi alabarda, mi zurrón y despierto a mi gineta. Son las madres de todas las bestias, los animales más nobles, mejor montura que cualquier corcel y las únicas que se acuerdan de los estelares caminos, el resto de los animales los han olvidado. No puedo pedir compañera más fiel. Casi se me olvida reajustar la ilusión de percepción óptico-cortical, ahora mi gineta es un caballo, yo soy un hombre de oscura armadura y ya no hay miradas indiscretas que me amarguen el día. Soy un desastre ¿Qué diría mi maestra?


Adoro la lluvia por la mañana cayendo sobre mi negra cabellera, es gratificante. El olor de la tierra mojada, la humedad fría mordiendo mi piel y la hierba llenando de verde mis pupilas. Es una pena que no pueda disfrutar todo el camino de esta sensación, tengo que coger un atajo. Usaré las rutas dimensionales de los Fomoré, los primeros habitantes de este planeta, se marcharon hace mucho tiempo, a otro sitio. Eran listos.Si recuerdo bien el más cercano es el de Mug Arriaundi, si sigue en pie es por nosotros, los cazadores. Está a medio día de camino. En marcha.


Cuando tenemos alguna alerta de emergencia como esta suelo pensar en nuestra labor para con la especie. Somos los guardianes ante lo oculto, aquello proveniente de otros mundos ajenos al nuestro, podemos ver. Defendemos al inocente de nombres como Nyarlathotep o Yog sothoth, nos encargamos de romper los enlaces que los seres del sueño intentan tejer en el espacio que separa nuestros mundos para que se vuelvan uno, destruimos engendros somnolientos y babeantes que acechan jadeantes en las grietas de nuestra realidad, hambrientos. Somos la materia contra lo supraterreno, los verdaderos protectores de la humanidad. Y sé que si no fuera porque podemos destruir en un abrir y cerrar de ojos a un grupo de cultistas de Shub niggurath las cerradas mentes de la inquisición intentarían darnos caza. Ni siquiera saben que nos podemos ir de este mundo cuando queramos, creen que su miedo nos mantiene vivos, eso y matar demonios ¡Bah! Lo que consideran demonios no son más que chupópteros psíquicos que se alimentan de su huésped hasta suplantar su conciencia para hacer creer al resto de seres humanos que son algo poderoso más allá de su comprensión para seguir consumiendo energía mental. Son fáciles de matar. Los ángeles son iguales, pero en vez de matarnos cual ganado cosechan nuestra fe como si fuéramos un campo de alfalfa al que realizarle varios cortes al año. Al menos dan beneficios a quienes saben tratar con ellos, son mejores por muy poco. Sin querer he estirado demasiado las bridas de mi gineta, perdóname fiel amiga. Soy de gatillo fácil ¿De cuándo es esa expresión? Odio que el tiempo juegue en mi cabeza como le plazca.Pero lo que más detesto es no poder ir lento y disfrutar del camino. Tengo que ir por un camino interdimensional forjado por una especie ancestral hecho a su imagen y semejanza en vez de cabalgar por nuestro mundo, siendo que es hermoso.


Bajar desde Vitoria al valle del Ebro mientras cambio de la montaña al bosque fluvial y me recibe la corriente, por estas fechas podría contemplar el contraste opuesto del vuelo de los azabaches cormoranes y las luminosas garcetas. También quiero que vuelvan las golondrinas. Todo florece por estas fechas y mi alma ansía el perfume de las aliagas y los romerales del horizonte, mientras las aguas se llenan de un verde de limo vital y las choperas adornan el viento con una tormenta blanca que dará nuevos bosques cuando los nacidos ahora tengan a sus nietos en el regazo. Si se está en silencio se puede escuchar el trino del ruiseñor y la risa del patuquero, y si se tiene suerte se pueden ver zorros y corzos vadeando las lindes del bosque y los campos, incluso ví nutrias una vez en el curso medio del río ¡Dios las salve de los peleteros! Descender al sur por el desierto turolense, sintiendo la arena y la roca desnuda a través de mis sentidos, un abandono al paisaje austero que al caer de noche se colma de belleza con un techo de estrellas. Y pensar que fue hace eones un mar, o al menos eso dicen nuestros archivos. Según los sabios las rocas cuentan la historia del mundo. Ojalá supiera leerlas. Quiero volver a bañarme en el Tajo, en esas aguas que cantan y seguirán cantando leyendas durante siglos.


Ya he llegado. Qué rápido. Ese maldito monolito siempre hace que me den escalofríos, es una obra que los humanos tardaremos milenios en poder manufacturar ¡Y pensar que está ligado a una piedra! Tener que entrar en esa red dimensional es pesado, hay que ajustar las ondas cerebrales y armonizar el campo magnético con tu cuerpo y entrar. No me gusta hacerlo, no por miedo sino porque corresponde a un tiempo que no es el mío  y siento que profano el recuerdo de una civilización olvidada. Pero es de lo poco que nos han dejado y hay que aprovecharlo. 


Cuando lo activas sale ese líquido negro, te busca, te siente, se acerca, te toca, lo aceptas ¿Por qué siempre está tan frío? Y te traga. 


Has entrado.


Apareces en una pradera de un mundo desconocido, una brisa antinatural mece una hierba púrpura iluminada por una constante noche estrellada, más brillante que cualquier otra ¿Brillaba más el cielo antes de nuestra aparición en nuestro planeta? Mejor no me lo pregunto, toca cabalgar un par de horas más y no me apetece pensar que un pasado remoto fue mejor, me niego. No estoy sola y me inquieta, pero no hablo de seres inteligentes sino de fantasmas, recuerdos, sombras de animales anteriores a nuestro tiempo habitan estos campos. Grandes reptiles bípedos y cuadrúpedos gobiernan la tierra iridiscente mientras otros, quizá marinos, nadan en el cielo de forma majestuosa junto a aquellos seres que volaron en su día, se reconocen oasis de vegetación desconocida en la lejanía, fragmentos de vida pasada. Pocas veces me he encontrado con algo de nuestra época, pues el residuo psíquico de nuestra especie aún es débil. Muchas veces me he planteado ligar alguno de esos espíritus a un objeto de mi pertenencia, algún depredador, otros lo hacen. Los peces gigantes acorazados y las serpientes marinas me llaman la atención, otros lo hacen. Pero no me siento cómoda sacándolos de su entorno, o de lo que queda de él. Hace que me sienta un ser profano. Otros lo hacen. Una invasora ¡Santa madre del vacío! ¿Cuánto voy a tardar en llegar? Pasar por aquí siempre me llena de pensamientos extraños y contra natura en mí. No me gusta, no es lugar para vivos, mi gineta lo sabe. Y yo también. Otros no.


Por fín veo la salida, una grieta en la realidad se abre, una bruma azul te envuelve y sales.

Toledo, la única ciudad que me gusta en este mundo. Rezuma antigüedad, las calles son estrechas, alocadas, y las matemáticas esquinas cuentan cuentos bastante divertidos. Siempre me relajo escuchándolos, aunque una vez escuché uno bastante subido de tono. Qué recuerdos, igual eso fue hace treinta años. Cuando se va con un disfraz como el mío la gente se aparta temerosa, eso ayuda a no tener problemas y es sumamente eficiente, sé que algún día las mujeres se vestirán con otro tipo de armaduras ¿Por qué lo sé? A veces siento que la percepción temporal no es apta para humanos. Cuando llegas a la catedral inician los protocolos, todos los tenemos que seguir, salvo uno. Te santiguas, abres los ejes vectoriales de la pared sur, rezas una oración, pasas, tomas la habitación de gravedad invertida y llegas al altar. Así demuestras que sigues siendo humano, entrando por la puerta grande, como todos antes que tú, salvo uno.Hacía mucho tiempo que no veía al resto de mi orden en torno a ese colosal altar de piedra granítica, es reconfortante ver la solemnidad dirigida por el sumo sacerdote. Intercambio palabras con la caballera de Córdoba, saludo al campeón de Castilla y hago lo mismo con el resto. Sólo falta uno. Él o eso.Un instinto primario se apodera de nosotros y apretamos nuestras armas hasta hacer sangrar nuestras manos. Siempre es así, está llegando. Un olor a mar podrido llena la sala por un segundo y se escucha un chapoteo, lejano, somnoliento. Acaba de entrar a su manera, por agua intersticial. Su paso es lento y agobiante. Por fín lo vemos entrar. El caballero del mar, guardián de lo profundo. Un monstruo. Que las apariencias no engañen, pues ese hombre de cabellera negra lacia y húmeda, cuyo movimiento vermiforme se aprecia ante el ojo experto, es antiguo, demasiado antiguo. Ahora se desconocen por el pueblo los útiles romanos, pero su armadura es de pretoriano, de alto rango. Es el más viejo entre nosotros, servía a los césares en su momento, y es el más peligroso de todos. Siempre decimos que hay líneas que no se deben cruzar y él las ha destrozado infinitas veces. No tiene nombre, sólo título pues es legión como las tropas de su tiempo ¿Será nostalgia o pura locura? Ambas. En la gran amalgama de seres que ocupan ese cuerpo poco debe de quedar de humano. Pero lo necesitamos. Lo odiamos, lo tememos, lo despreciamos. Pero lo necesitamos. Sólo su poder y su afán de nuevos horizontes nos permite luchar contra aquello que habita las profundidades del mar y las fronteras dimensionales. Para eso la espada de Aragón es solo apoyo legislativo. Ni nos mira, sólo quiere una orden para poder seguir luchando. Me da asco. Me da miedo convertirme en algo así.


El informe está claro. Se ha descubierto un nuevo continente en la expedición liderada por Cristóbal Colón, contactando con otras culturas y uniendo los hilos psíquicos entre ambas poblaciones. Nuestros destinos van a estar unidos para siempre y eso trae consecuencias. Tienen otra cultura, otros mitos y otros seres, y algunos al percibir el cambio de paradigma han abordado el barco  y ahora están en tierra. Nuestra misión es eliminarlos. Que comience la caza. 


Ahora empieza el protocolo de siempre. Volvemos a nuestra jurisdicción, nos ponemos en un lugar apartado de nuestra elección para realizar un viaje astral y a rastrear. Parece que hay huellas de entropía desconocida en varias direcciones y varios focos de energía psíquica diseminados por el territorio, algunos se van en direcciones que no puedo acceder. Que se encargue otro. Pero hay un sendero termodinámico que se extiende hacia Navarra. Estuvo dos días en un pueblo, hay manchas de miedo y pérdida ¿Un incendio? Otro día en una aldea, parece que hay un desastre personal importante pues parece que sólo paró para alimentarse. El rastro más actual es de hace unas horas. Parece que a nuestro amigo le gusta el fuego. Lo tengo. Su rastro es fuerte y exótico, se nota que no es de esta tierra. Hay que matarlo antes de que se adapte y camufle.Mientras sigo su rastro  negras nubes se arremolinan en el horizonte. Si no me equivoco eso quiere decir que uno de los parámetros físicos que manipula es el magnetismo. Magnetismo y temperatura. No debería ser ningún problema. Eso sabe que voy en su búsqueda pues intenta alterar el rastro, pero conmigo no lo conseguirá ¿Cree que soy novata? Ya casi estoy encima, parece que quiere huir a planos fractales. No escapará. Avanzo hacia la fractalización de la materia mientras me lanzo a la carrera a toda velocidad. Rompo con mi lanza espejos de dimensiones mientras sigo el rastro entrópico de la criatura.Mis piernas se descomponen en electrones cargados mientras mi cuerpo se convierte en una entidad gravitacional independiente de toda regla. Noto como la lluvia asciende hacia el cielo y seca mi piel. Nos acercamos a un bucle temporal. La luz comienza a morir. Quiere marchar a un espacio entre planos. No va a escapar.


La persecución es eterna a la vez que una fracción de segundo. Siempre es así, es lo que tiene estar deslimitada. Creo que puedo atrapar esa cosa. Sólo tengo que tirar de un hilo gravitacional, atraer una burbuja de singularidad de éter y es mía.Por fín estamos solos.


Parece que aún mantiene su forma terrenal, una extraña máscara en llamas tras la cual se encuentra un gran felino sin rostro. Supongo que debe ser un animal salvaje que causa terror a los inocentes de su lugar de procedencia y por sus habilidades lo más probable es que se haga pasar por un dios del fuego y las tormentas para conseguir sacrificios y así nutrirse. Todos son iguales y me dan el mismo asco. Pongo mi lanza en ristre. Confío en el hierro, es el metal forjado por las estrellas y de lo poco que puede matar a esos seres.


Es rápida. Mucho. Es difícil acertar las estocadas pero es un ser predecible, cuando altera la termodinámica a su alrededor deja huecos defensivos muy amplios ¿Demasiado? Corto un hilo de gravedad, otro y otro ¿Y otro? Son cuatro esta vez, eso es nuevo. Me acabo de dar cuenta, se estaba dejando atacar para poder liberar su forma verdadera. Está acostumbrada a ser cazada.Mierda. Una explosión de energía calorífica se extiende a mi alrededor, un fogonazo ocupa la dimensión de bolsillo. El ser ríe, mostrando la abstracción de su forma original y noto como intenta alterar la energía de mi cuerpo para hacerme añicos. Esos seres se aprovechan de nosotros e intentan controlarnos. Noto como mi cuerpo arde.


Se llevan todo lo que pueden y dejan todo vacío. Son todos iguales, excepto ellos y es hora de soltar el mío. Detesto la transformación pero es necesaria, noto como miles de ojos aparecen por mi cuerpo para poder ver todas las dimensiones, oídos, brazos y bocas aparecen detrás mío como una extensión inmaterial aberrante del cuerpo humano y sus sentidos. Mi brazo izquierdo se transforma en una retorcida maraña de dientes y lenguas, pues es donde él habita. Mi ángel de hambre. Un pacto necesario para la supervivencia, los dos salimos ganando, y este es inteligente, me hace caso. Le ordeno que vascularice mi lanza y así lo hace, ahora está viva y somos tres contra uno. Cuando las armas toman vida suelen ser un dolor de cabeza pero mi lanza ha salido a mí. Y menos mal.


Parece que mi apariencia ha tomado a esa cosa por sorpresa, tiene miedo, sabe que va a morir. Latigazos de hierro vivo descarnan los átomos de la criatura mientras el ángel come su entropía, yo coordino y miro, como una estatua aterradora. Humanidad habitada. Me doy asco pero es eso o morir. La criatura llora desconsolada ante su muerte y ante la visión de su energía devorada por mí. Ahora es cuando llegan las visiones.


Veo el nuevo continente y a sus gentes, sus cazadores, nuestros hermanos, y las atrocidades que van a suceder. Veo esclavos e imperios, ascenso de civilizaciones que mueren desde dentro y conforme nacen. El mundo va a devorar un continente cuya adhesión va a causar estragos. Veo a la humanidad sucumbir al orden, habitando en pilares de hormigón acristalado y manejando bestias de hierro. Un país ¿Qué es un país? De barras y estrellas, un dragón dorado de oriente que se vuelve rojo y mecánico ¿Mecánico? Un dios de datos, otro de capital económico y otro surgirá de las emociones de los humanos. Dioses nacidos en el seno de nuestra especie ¿¡Por qué tengo que saber todo esto!? ¿¡Hasta dónde va a llegar el potencial psíquico de los humanos!? Lo peor es que me veo a mí misma en uno de esos pilares de cristal y metal, ataviada con ropas extrañas de color blanco y negro, mientras miro con mirada cansada al mundo ¿Acabo de devolverme la mirada? Los humanos se lanzarán al vacío del espacio, sus sueños serán datos y la realidad material los consumirá en una vorágine irreal de conciencia colectiva altamente comunicada. El mundo de lo ajeno se mezclará con el planeta, un planeta de mente racionalmente irracional, informática, dataísta, un nuevo ser nace. Yo estaré, apartada de esa criatura, un anticuerpo rebelde ¿Qué es un anticuerpo? Voy a tener que huir pese a estar iluminada, ajena a mi especie. El caballero del mar también estará allí, él ya sabe todo esto. Cabronazo. Él también escapará al océano del vacío y las dimensiones. Así acabará todo ¿O empezará? Qué se le va a hacer.Mi ángel me está mirando, envidia mis visiones, quiere conocer pero no puede. Ellos también serán asimilados irremediablemente en una simbiosis paradimensional. Qué cómico. Bueno, toca seguir cazando.


Treinta años después


Me dirijo a la costa de Nueva España en misión de reconocimiento. Parece que tengo que visitar la ciudad de Tenochtitlan para hablar con nuestros homólogos, están muy enfadados con nosotros y por no intervenir en las acciones de nuestro pueblo, la conquista está en ciernes. Nosotros no tenemos pueblo, sólo deber, pero tocará hacer labores diplomáticas, una guerra de cazadores es de lo peor que le puede ocurrir a la humanidad.


Parece un lugar tranquilo y bello donde vivir, me han dicho que está lleno de paisajes mágicos que cautivan el alma y fortalecen el cuerpo y la mente. También aprenderé nuevos tipos de magia, añadiendolo a la magia africana que aprendí en Santo Domingo. Siempre está bien aprender algo nuevo. Lo bueno es que he aprendido a apreciar el mar. Lo que me llena de tristeza es saber que no saldré de esta tierra hasta el día de mi resurrección en vida. Voy a echar de menos mi paisaje y el canto de las aves que tanto conozco pero sé que los humanos que nacerán dentro de varios siglos tampoco lo van a conocer. Se me parte de veras el corazón. Los humanos no estamos hechos para nadar tan lejos, somos flores que marchitan rápido, no robles en un bosque inconmensurable pero la evolución tiene estas cosas ¿Qué es la evolución?


Bueno


Qué se le va a hacer.






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